Eurovisión: El retorno

Vuelve Eurovisión. El próximo sábado podremos disfrutar un año más por La1 de Tve de la retransmisión de la final de este bizarro concurso musical europeo. Año tras año, lo que era el festival más prestigioso del viejo continente, ha ido sumando glorias y dando cabida a ilustres personajes del mundo de la farándula europea, como el famoso "pavo" de Irlanda llamado Dustin, el grupo de heavy finlandés Lordi (monstruoso) o nuestro representante en el año 2009, el genial Chikilicuatre.

Este año, tenemos novedades. El chorreo de nuevos talentos como los nombrados anteriormente se va a cortar. La organización del concurso ha decidido cambiar el sistema de votación y conceder el 50% de la puntuación a un jurado experto, y el otro 50 % al público que ha mantenido esta tendencia frikista y politizada durante los últimos años.

Lo que se pretende es devolverle el prestigio musical a un festival que se había convertido en la fecha de referencia para los frikis europeos y en el desencanto de los verdaderos eurofans.

La ilusión y la esencia del concurso se habían perdido por el camino durante estos últimos años. Daba igual la canción que enviase España a Eurovisión. Nadie la iba a votar. ¿Eran peores las canciones españolas? Puede ser. Pero era bastante sospechoso que sólo votaran nuestra canción los pocos países limítrofes que tenemos (es lo que tiene vivir en una península). Los países del este, desgajados uno a uno de la antigua URSS se intercambiaban votos y finalmente, entre este juego de puntos, uno de ellos se alzaba con la apreciada victoria.

Este año todo va a cambiar. La esencia de Eurovisión vuelve. La música por encima de los vecinos. El arte por encima de la política.

Eurovisión: El retorno (o el intento de retorno...)

P.D.: Aquí os dejo nuestra apuesta de este año, La noche es para mi, de Soraya

Nerea, Periodista Pixelada