Hoy……recuerdo de la muerte de Cervantes, y de Shakespeare, escritores que pasaron a la historia por su talento en el dominio de la palabra:
“Hay quienes no pueden estar sin leer, quienes tienen que tener siempre algún libro empezado. Están a los que de vez en cuando cogen algún libro. También encontramos los que se auto-obligan a leer, no porque les entretenga, sino porque piensen que es bueno, que se gana en cultura. También encontramos los lectores hastiados, que dejaron de leer hace ya años por el asco que cogieron a los libros que les imponían en el cole y en el insti. Y por último están los que no les gusta leer, los que no se sienten atraídos por la lectura y los que no leen.”(Blog “palabras para bibliógrafos”)
El otro día iba leyendo en el autobús. A mi lado tenía a un señor de unos setentaitantos años. Le pedí permiso para que me dejara pasar, pues tenía que bajarme y tras hacerme un hueco entre las dos sillas me dijo “¿Te gusta leer verdad?”. Le sonreí y le dije amablemente que sí. Inmediatamente después, escuché que sutilmente susurró mientras me iba hacia la puerta… “No dejes nuca de leer. Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, pero yo pienso que en realidad el mejor amigo del hombre es un libro”
Sumergirse dentro de un mundo que roza la ficción y, a la vez la realidad; adentrarse en una dimensión mental diferente a la rutinaria, nos permite vivir en un universo donde se recrean los propios sueños, de manera que se van sintiendo un poco más cerca esos deseos transformados en palabras que sabemos que en el mundo en el que vivimos no se pueden saborear.
La sensación de disfrutar leyendo es única e incomparable con otras. Se mezclan progresivamente tantos sentimientos que, como el Red Bull, revitalizan la mente. Convierte una actividad que a simple vista parece pasiva en una activación clara e inmediata del funcionamiento de nuestra mente.
Es impensable que hoy en día, aquí donde vivimos, exista una realidad social como es el analfabetismo. Es una evidencia todavía presente, y escondida entre las personas que no han tenido oportunidad de poder alimentarse de la lectura. Pensemos un momento en esas personas, aunque solo sea porque para ellos hoy es otro día cualquiera…
Adriana
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